sábado 24 de enero, 11:00 am
lugar: plaza de santa Úrsula, bajo las torres de Quart
objeto: desayuno
climatología: nubes y claros, 15ºC, rachas de hasta 130 km/h
asistencia: 60 individuos
incidencias: finalmente no se presentó el francés, pero en su lugar fuimos asediados por el temporal, riesgo extremo por fuertes vientos. No hubo problemas sin embargo ya que 60 valientes apostados en las puertas de la villa disuadieron a éste de llevarse las mesas y los manteles, aunque es posible que a su vez el viento diezmara nuestras huestes en origen, ya que sólo vino uno de mis invitados... ¿cuál sería si no la explicación? No creo en las deserciones, porque dieron cumplida cuenta de los bollos en anteriores desayunos, y además se les veía felices con sus tazas, tiritando. ¿por qué entonces no vinieron mis amigos? Lo dicho, tuvo que ser el viento.
Pese a todas estas bajas seguimos creciendo, y el no conocer ni a la mitad de los asistentes (esto le pasó a todos los miembros del staff organizador) fue incluso mejor que desayunar con los de siempre, y no quiero desmerecer a nadie... el sábado nos dimos cuenta de que esto empieza a tener su propia inercia, y soñamos con el día en que los postres se generen espontáneamente, los viandantes sepan dónde juntarse por ciencia infusa, todo se autogestione y podamos por fin llegar a las once a la plaza, que una hora de sueño un sábado es un tesoro. Aunque sea el único del staff que estaba allí a las diez!
Lo dicho, gracias infinitas a todos los que os sumásteis al coffee break urbano éste, gracias porque vuestro apoyo nos entusiama. Se acerca el día de la revelación, todos los valencianos vagando por las calles taza en mano en un orgiástico desayuno global. I have a dream...
lugar: plaza de santa Úrsula, bajo las torres de Quart
objeto: desayuno
climatología: nubes y claros, 15ºC, rachas de hasta 130 km/h
asistencia: 60 individuos
incidencias: finalmente no se presentó el francés, pero en su lugar fuimos asediados por el temporal, riesgo extremo por fuertes vientos. No hubo problemas sin embargo ya que 60 valientes apostados en las puertas de la villa disuadieron a éste de llevarse las mesas y los manteles, aunque es posible que a su vez el viento diezmara nuestras huestes en origen, ya que sólo vino uno de mis invitados... ¿cuál sería si no la explicación? No creo en las deserciones, porque dieron cumplida cuenta de los bollos en anteriores desayunos, y además se les veía felices con sus tazas, tiritando. ¿por qué entonces no vinieron mis amigos? Lo dicho, tuvo que ser el viento.
Pese a todas estas bajas seguimos creciendo, y el no conocer ni a la mitad de los asistentes (esto le pasó a todos los miembros del staff organizador) fue incluso mejor que desayunar con los de siempre, y no quiero desmerecer a nadie... el sábado nos dimos cuenta de que esto empieza a tener su propia inercia, y soñamos con el día en que los postres se generen espontáneamente, los viandantes sepan dónde juntarse por ciencia infusa, todo se autogestione y podamos por fin llegar a las once a la plaza, que una hora de sueño un sábado es un tesoro. Aunque sea el único del staff que estaba allí a las diez!
Lo dicho, gracias infinitas a todos los que os sumásteis al coffee break urbano éste, gracias porque vuestro apoyo nos entusiama. Se acerca el día de la revelación, todos los valencianos vagando por las calles taza en mano en un orgiástico desayuno global. I have a dream...
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